¿Alguna vez has imaginado tener una refrescante piscina en tu propio patio?
Visualiza tardes soleadas disfrutando de un cóctel en un cómodo lilo, mientras escuchas tus listas favoritas en Spotify. Sin duda, esto suena como un oasis personal, ¿verdad?
Sin embargo, antes de lanzarte a la aventura de construir una piscina, es fundamental planificar cuidadosamente cada paso. La inversión no solo implica dinero, sino también tiempo, esfuerzo y mantenimiento a largo plazo. Para garantizar un proceso sin contratiempos y resultados satisfactorios, te compartimos una guía con 11 consejos esenciales que te ayudarán a lograr la piscina perfecta en tu hogar.
1. Investiga exhaustivamente tus opciones
Si has soñado con tener una piscina durante años, seguramente ya tienes una idea del estilo que deseas. Pero si no, es recomendable realizar una investigación sobre las últimas tendencias y diseños disponibles en el mercado. Hay diversos tipos de piscinas, como las de hormigón, fibra de vidrio y vinilo, además de diferentes sistemas de filtración y limpieza. También debes considerar si prefieres una piscina de cloro, de agua salada o incluso de agua mineral.
Crear una carpeta con ejemplos visuales de estilos que te gusten será muy útil. Esto facilitará la comunicación con tu constructor, asegurando que ambos tengan una visión clara y compartida del proyecto.
2. Encuentra un constructor de confianza y con experiencia comprobada
Una vez decidido el tipo de piscina, el siguiente paso es seleccionar un profesional reconocido y con una sólida reputación. Aunque la tentación sea optar por la opción más económica, recuerda que una mala elección puede resultar en problemas futuros y mayores costos.
Realiza una investigación diligente: visita sus instalaciones, revisa su página web, verifica sus acreditaciones y lee reseñas de clientes anteriores. Solicita referencias y, si es posible, habla directamente con quienes hayan trabajado con ellos. Dado que el proceso puede durar varios meses, confía en alguien que te brinde seguridad, que escuche tus ideas y que tenga la capacidad de convertir tu visión en realidad.
3. Define la forma y el diseño de tu piscina
Elegir la forma adecuada puede ser la decisión más desafiante, pero también la más importante, pues influye en la estética y funcionalidad del espacio.
Por ejemplo, un diseño en forma de riñón puede integrarse armoniosamente con un entorno natural, brindando un aspecto orgánico. Un diseño rectangular ofrece un estilo clásico y atemporal. Las piscinas de forma libre permiten incorporar características especiales como grutas o cascadas, ideales para un espacio más lúdico. Las piscinas en forma de L son perfectas para aprovechar áreas con dimensiones inusuales.
Considera también factores climáticos: si vives en una zona fría, un recinto cubierto podría extender el uso de la piscina durante todo el año. Además, piensa en cómo planeas usarla: ¿para que jueguen los niños, para relajarte con amigos o como un elemento arquitectónico destacado? La forma y el diseño deben alinearse con tus necesidades y estilo de vida.
4. Establece un presupuesto realista y detallado
Es fundamental tener una idea clara del dinero que estás dispuesto a invertir. Contacta a tu constructor para obtener una cotización precisa y completa, que incluya todos los aspectos del proyecto.
Antes de aprobar, solicita un presupuesto por escrito que detalle cada partida. Esto te permitirá hacer ajustes si es necesario y evitar sorpresas desagradables durante el proceso. Recuerda que una planificación financiera cuidadosa facilitará la ejecución exitosa de tu proyecto.
5. Infórmate sobre las regulaciones y permisos de construcción locales
Un constructor competente se encargará de cumplir con las normativas, pero también es importante que tú conozcas las reglas en tu localidad.
Por ejemplo, en países como Australia, la ley exige que toda piscina, ya sea elevada o enterrada, cuente con una cerca de seguridad de altura mínima. Además, puede ser necesario obtener permisos específicos y respetar restricciones de espacio y ruido. Conocer estos requisitos te ayudará a evitar sanciones y a planificar con mayor precisión.
6. Evalúa cómo la piscina afectará tu seguro de hogar
Antes de proceder, contacta a tu aseguradora para entender cómo la instalación de una piscina puede influir en tu póliza de seguro. Algunas compañías ofrecen coberturas adicionales o requisitos específicos para piscinas, especialmente en términos de seguridad y protección.
Por ejemplo, si tienes una póliza con NRMA, podrías tener la opción de incluir coberturas que protejan a tu familia y tu inversión en caso de accidentes.
7. Invierte en las características que realmente deseas
Es tentador limitarse a lo básico para mantener los costos bajos, pero recuerda que tu piscina es una inversión a largo plazo. Es mejor diseñarla desde el inicio con las características que sueñas, ya que añadirlas posteriormente será costoso y complicado.
Si deseas rocas, cascadas, fuentes o diapositivas de agua, consulta con tu constructor sobre las opciones para incorporar estos elementos desde el principio. Si no tienes el presupuesto en este momento, considera esperar y ahorrar para lograr el diseño ideal.
8. Considera los costos de mantenimiento a largo plazo
El gasto inicial en la construcción de tu piscina será solo una parte del costo total. También debes presupuestar para su mantenimiento regular, que incluye limpieza, productos químicos, energía y reparaciones.
Planifica con anticipación y busca maneras de reducir estos costos, como instalar sistemas de filtración eficientes, cubiertas térmicas que minimicen la evaporación y temporizadores que optimicen el uso de energía.
9. Prioriza la seguridad en todo momento
Más allá de las regulaciones, implementa medidas de seguridad adicionales como alarmas, cobertores a prueba de niños y cercas seguras. Estas acciones brindan tranquilidad y protegen a tus seres queridos, especialmente a los más pequeños.
10. Opta por soluciones ecológicas y energéticamente eficientes
La industria ha avanzado mucho en piscinas ecológicas. Puedes elegir materiales verdes, calentadores solares, sistemas de filtración natural y cubiertas que reduzcan la evaporación. Además, bombas y luces con temporizadores ayudan a reducir el consumo energético, siendo beneficioso para el medio ambiente y para tu bolsillo.
11. Finaliza con un toque de paisajismo y detalles que hagan la diferencia
Una piscina por sí sola puede parecer simple; complementarla con un buen paisajismo realzará su belleza. Incorpora plantas, caminos de piedra, áreas de descanso y accesorios decorativos para crear un espacio armonioso y acogedor. Estos detalles no solo aumentan el valor estético, sino también el disfrute diario de tu oasis personal.