Potencia ideal de los deshidratadores: ¿cuánto es suficiente?
Los deshidratadores varían ampliamente en su consumo energético, funcionando típicamente entre 300 y 1000 vatios. La diferencia en potencia influye significativamente en la eficiencia y velocidad del proceso de secado. Para quienes buscan resultados efectivos, las opciones con menor potencia suelen ser menos recomendables, ya que requieren más tiempo y esfuerzo.
Por ejemplo, muchos expertos recomiendan optar por modelos que tengan al menos 500 vatios. Esto asegura que el aparato alcance la temperatura adecuada y funcione de manera eficiente para deshidratar distintos tipos de alimentos. Los modelos con mayor potencia, como los de 700 u 1000 vatios, tienden a secar más rápidamente, aunque generalmente tienen un costo inicial más elevado. Además, es recomendable buscar un deshidratador con un termómetro ajustable que permita controlar temperaturas entre 105°F y 165°F.
¿Por qué evitar modelos con baja potencia?
Es recomendable tener precaución con aquellos deshidratadores que operan con menos de 300-400 vatios, ya que suelen ser versiones más antiguas o de menor calidad, lo que puede resultar en un secado incompleto y prolongado. En muchos casos, tendrás que reiniciar la máquina varias veces, lo que no solo consume más energía, sino que también puede deteriorar la calidad del producto final.
¿Cómo afecta la potencia a la eficiencia del deshidratado?
La potencia y el tiempo de secado están estrechamente relacionados. Un modelo con menor potencia puede requerir varias horas adicionales para completar el proceso, incrementando así el consumo energético total. Por otro lado, un aparato con mayor potencia, en el rango de 500-700 vatios, puede realizar la tarea en menos tiempo, haciendo que el proceso sea más conveniente y económico a largo plazo.
Para quienes deshidratan con frecuencia y en grandes volúmenes, invertir en un modelo de alta potencia puede ser la mejor decisión. Sin embargo, si solo planeas hacer pequeños lotes ocasionalmente, un dispositivo con menor potencia puede ser suficiente y más asequible.
¿Qué otros aspectos considerar al comprar un deshidratador?
- Tipo de flujo de aire: Los modelos de flujo vertical suelen ser los más económicos, pero no distribuyen el calor de manera uniforme, lo que puede afectar la calidad del secado en lotes grandes. En cambio, los de flujo horizontal ofrecen una distribución más homogénea del calor, resultando en resultados más consistentes.
- Tamaño y capacidad: Si planeas usar el deshidratador con frecuencia y en grandes cantidades, busca modelos con más bandejas y mayor capacidad. Para uso ocasional o en pequeños lotes, una opción compacta y más económica será suficiente.
- Silencioso y seguridad: Considera si el aparato funciona de manera silenciosa, especialmente si planeas dejarlo funcionando durante la noche. Además, verifica que tenga funciones de seguridad, como apagado automático, para mayor tranquilidad.
¿Cuánto cuesta mantener en funcionamiento un deshidratador?
El consumo energético de un deshidratador varía según su potencia. A continuación, se presenta una estimación del costo por período de 10 horas de uso, basada en tarifas promedio en EE.UU.:
Potencia | Costo por kWh | Costo total (10 horas) |
300 vatios | 3.9 centavos/hora | $ 0.39 |
500 vatios | 6.5 centavos/hora | $ 0.65 |
750 vatios | 9.7 centavos/hora | $ 0.97 |
1000 vatios | 13 centavos/hora | $ 1.30 |
Incluso en su nivel más alto, el costo de energía para 10 horas de uso no supera los $1.50. Esto es mucho más económico que comprar productos procesados en tiendas, como cecinas o frutas deshidratadas, que pueden ser bastante costosos. Además, si vives en un área con tarifas eléctricas elevadas, es recomendable ajustar estos cálculos con tu tarifa específica para obtener cifras más precisas.
Las mejores opciones de deshidratadores en 2022
El mercado ofrece una amplia variedad de modelos, pero algunos destacan por su calidad, eficiencia y relación calidad-precio. Aquí te presentamos las tres mejores opciones para diferentes necesidades y presupuestos:
1. Mejor opción económica: Deshidratador Elite Gourmet
Este modelo cuenta con una potencia de aproximadamente 350 vatios y 120 voltios, con un rango de temperatura ajustable entre 95°F y 158°F. Su diseño redondeado y compacto alberga cinco bandejas y pesa poco más de cinco libras, siendo ideal para quienes comienzan en el mundo del secado de alimentos sin realizar una gran inversión. Es perfecto para pequeños lotes de frutas, hierbas o cecina, aunque su capacidad puede limitarte si planeas hacer grandes cantidades.
2. La opción más completa: Deshidratador Cosori de acero inoxidable
Con seis bandejas de acero inoxidable, este modelo ofrece una superficie considerable para secar múltiples tipos de alimentos simultáneamente. Incluye un ventilador trasero que garantiza una distribución uniforme del calor, además de un panel digital que facilita el control de temperatura y temporizador. Con una potencia de 600 vatios y un precio en torno a los $160, es una excelente adición para cocinas que buscan eficiencia y facilidad de uso. Su diseño moderno y funcionamiento silencioso permiten dejarlo en marcha durante la noche sin molestias.
3. La opción profesional: Deshidratador Ivation de 10 bandejas
Este modelo de grado comercial es ideal para cocineros caseros entusiastas que deshidratan en grandes volúmenes con frecuencia. Con capacidad para 10 bandejas, aprovecha al máximo el espacio y permite secar cantidades considerables de alimentos en un solo ciclo. Sus bandejas son aptas para lavavajillas y su diseño rectangular facilita apilarlas eficientemente. Con una potencia de 1000 vatios, representa la opción más poderosa y rápida, aunque también la más costosa, superando los $250. Es la elección perfecta para quienes necesitan un rendimiento profesional en su hogar.