¿Qué es el alquitrán y cómo se produce?
El alquitrán es un líquido espeso y oscuro que posee un olor característico y una consistencia viscosa. Se obtiene mediante procesos de destilación de diversas fuentes de hidrocarburos, como madera, turba, carbón o petróleo. En términos generales, el alquitrán puede referirse a una variedad de productos, incluyendo el «asfalto» y el «tono» o «alquitrán mineral», cada uno con propiedades y usos específicos. La producción masiva de alquitrán de madera en Europa fue fundamental en la fabricación de barcos y productos de sellado, aunque hoy en día su uso en grandes cantidades ha disminuido considerablemente.
¿Para qué se utiliza el alquitrán?
El alquitrán tiene una variedad sorprendente de aplicaciones, que incluyen:
- Tratamiento de afecciones dermatológicas como psoriasis, mediante champús especiales.
- Fabricación y reparación de carreteras y caminos asfaltados.
- Impermeabilización de estructuras, incluyendo techos y cimientos de edificios, así como en embarcaciones tradicionales.
- Protección de superficies exteriores de construcciones y barcos.
- Perfumería y fabricación de velas, aportando aroma y propiedades de conservación.
- Uso en la industria alimentaria como aditivo de sabor, aunque en menor medida.
- Aplicaciones en productos cosméticos y en técnicas tradicionales de protección y sellado.
El alquitrán y su inflamabilidad
El alquitrán es altamente inflamable y puede prenderse fácilmente con una chispa, llama o incluso por combustión espontánea en ciertas circunstancias. Cuando se calienta o expone al fuego, su viscosidad disminuye, lo que provoca que se vuelva más líquido y se formen burbujas de espuma, las cuales pueden hacer que el alquitrán se derrame o queme de manera descontrolada. Es importante manejar con precaución cualquier residuo o trapo impregnado con alquitrán, ya que puede incendiarse incluso horas después de su uso.
¿Qué sucede si el alquitrán se enciende?
Al encenderse, el alquitrán experimenta un cambio en su estructura molecular, haciéndose menos viscoso y formando espuma. Este proceso puede generar un aumento en el volumen del material, haciendo que se expanda y pueda derramarse por los lados del recipiente, incrementando así el riesgo de un incendio mayor. Aunque no suele presentar riesgo de explosión, la expansión rápida puede complicar su control y aumentar la peligrosidad del fuego.
¿Por qué el alquitrán quemado es pegajoso?
La pegajosidad del alquitrán al quemarse se debe a la movilidad de sus moléculas. Al elevarse la temperatura, las moléculas se vuelven más elásticas y adherentes, lo que resulta en una sustancia viscosa y pegajosa. Por esta razón, es extremadamente peligroso intentar quemar alquitrán sobre la piel o en contacto directo, ya que puede causar quemaduras severas y daños permanentes.
¿El alquitrán de carbón y el alquitrán de carreteras son inflamables?
El alquitrán de carbón y el alquitrán para carreteras son considerados riesgos inflamables y peligrosos si no se almacenan o manipulan adecuadamente. Ambos deben mantenerse alejados de fuentes de ignición y almacenarse siguiendo las recomendaciones de seguridad especificadas en sus hojas de datos. El alquitrán de la carretera, aunque menos inflamable que otros tipos, aún puede prenderse si se expone a altas temperaturas o llamas directas, y en estado seco, presenta un riesgo de combustión espontánea y explosión si entra en contacto con agentes oxidantes fuertes.
¿El alquitrán de techo y los humos que emite?
El alquitrán de techo es considerado un material combustible, pero no inflamable en estado sólido. Sin embargo, cuando se calienta y se transforma en vapor, puede volverse inflamable. Los vapores de alquitrán son peligrosos si se inhalan en grandes cantidades, causando irritación en el tracto respiratorio y potencialmente problemas de salud graves. La inhalación de humos de alquitrán puede irritar los pulmones y, en exposiciones prolongadas o en altas concentraciones, aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón y otros problemas respiratorios.
¿Es el alquitrán un carcinógeno?
Sí, el alquitrán, especialmente el producido por cigarrillos, contiene compuestos químicos que lo hacen un carcinógeno conocido. La exposición prolongada a los humos y residuos de alquitrán puede acumularse en los pulmones, causando daños irreversibles y aumentando el riesgo de cáncer de pulmón, enfisema y otras enfermedades respiratorias crónicas. Por ello, se recomienda extremar precauciones al manipularlo y evitar la inhalación de sus vapores en la medida de lo posible.
Medidas de seguridad y recomendaciones
Para garantizar la seguridad en el manejo del alquitrán, se recomienda:
- Utilizar detectores de humo y sistemas de alarma actualizados en el hogar y en lugares de trabajo.
- Contar con extintores adecuados, preferiblemente de espuma o polvo químico seco.
- Disponer de escaleras de escape en sitios con riesgo de incendio, especialmente en habitaciones en pisos superiores.
- Seguir siempre las instrucciones de almacenamiento y manipulación especificadas en las hojas de datos de seguridad.
En conclusión, aunque el alquitrán tiene múltiples aplicaciones beneficiosas, su inflamabilidad y potencial carcinógeno requieren una manipulación cuidadosa y responsable para proteger la salud y seguridad de todos.